Yo, sin mando ni mundo
Acabo de descubrir que en casa ya no mando ni estando solo. Ayer me urgía imprimir algo, pero la impresora, con sus ínfulas de diva, se me rebeló. Siempre que está de malas pulgas me hace la misma escenita: activa todas sus luces e intermitencias para confundirme e hiperventilarme.
El club de los sexochentos
Hoy vengo muy contento porque acabo de asistir, como invitado de honor, a la reunión privada anual de ochentones. Privada porque al final todos nos dormimos…
El espectáculo de dormir
Nada existe en este mundo que nos haga más auténticos a los humanos como el acto de dormir. Es la única función natural cuya esencia el hombre no ha podido aún desvirtuar, como ya lo hizo con las otras: hacer el amor, alimentarse, ir al baño...
Réquiem al tico frijolero
Ninguna pareja joven ni persona sola que trabaje puede darse hoy el lujo de cocinar el clásico ollón de frijoles semanal. Si acaso el par de huevos revueltos sin pinto ni maduritos para el desayuno porque tienen que salir como cachiflín hacia la oficina dejándolo todo tirado y revolcado.
Siguiente parada: la eternidad
Les voy a pasar hoy aquí un santo: parece que, de verdad, podríamos ser inmortales. Ya lo habían insinuado, desde la noche de los tiempos, religiosos, filósofos, metafísicos y ocultistas, pero ahora… también científicos.
De mis tiempos idos
–¿Dónde estabas, hijo?
–Afuera viendo los carros pasar.
Imagínense por un instante todo lo que nos dice esa simple frase cotidiana de aquellos años 40 y 50 del siglo pasado. De cuando había tan pocos carros en San José que verlos era todo un acontecimiento social y familiar.
Mis compras de la semana
Cada vez que salgo de compras me blindo de «ranger». Así vaya solo por culantro, tacacos o empanadas. Respiro profundo, cierro los ojos, me concentro y, con arrojo y determinación, lanzo mi grito íntimo de guerra: «Pelearás y triunfarás».
Costa Rica de pie
El momento histórico que vivimos es una bendición. Durante estos últimos tres años y medio los ciudadanos que de verdad aman a su patria lograron, por fin, despertar del coma político.
La Costa Rica ciudadana
Si el día 30 de agosto de 2021 despuntó el sueño ciudadano de la nueva Costa Rica, hoy, 12 de julio de 2025, festejamos la apoteosis del cambio logrado. De entonces acá, se esculpió todo un hito sobre el oro patrio de nuestra historia: despertar al pueblo de la pesadilla en que, por décadas, lo sumió la vieja clase política gobernante.
Si yo fuera candidato
Por el correo de las brujas me he enterado de lo que alguna gente, tras bambalinas, se ha dejado decir contra mí ante el rumor de que yo podría postularme como candidato para las elecciones de 2026. Ante eso, doy a conocer hoy aquí algunas de las delicias que me dedican mis potenciales rivales políticos para, desde ya, menearme la rama y mandarme nocaut a la lona.
¿La plata o la vida?
Donde todo se vende y todo se compra a rajatabla, sin margen para la mirada espléndida, la sonrisa obsequiosa o la mano indulgente.
Llegabas de emergencia a un hospital y si no depositabas antes $1000 te pudrías en la banca de la entrada esperando a nadie.
El choque del siglo
El país se acerca cada día a un dramático choque planetario entre dos poderes extremos que sellará su destino inmediato.
La supercolisión entre la oligarquía con sus élites de lujo y el pueblo con sus ciudadanos de a pie.
Que alguien me diga quién soy
Sin haber consumido yo alucinógeno, opioide o estimulante alguno, ni siquiera un jarabito pa la tos, he llegado, por fin, a la gran conclusión de mi vida. A la de que yo no soy yo y, por arrastre, ustedes tampoco ustedes.
Columna cumpleañera
Ayer, mientras desayunaba mi «pinto» con huevos, me entró una llamada repentina al celular:
–Buenos días. ¿Don Edgar?
–A la orden.
–Le llamamos de la funeraria La...
–¿Qué… ya me quiere enterrar?
–No, no… (risa nerviosa), este…
–Se equivocó de Edgar…
Abran paso que viene el pueblo
Puedo escuchar a nuestro pueblo cada vez más cerca viniendo a recuperar su patria querida. Puedo oír su trote firme y decidido hacia el altar del poder a reconquistar la democracia que, por designio histórico, es suya y solo suya. Sí, sí. No me equivoco. ¡Escuchen…!
Mis siete chicas
Déjenme soñar con la tierra bendita que una vez nos acogió a muchos en su regazo. Como el sol que una vez fue, con su calorcito de fogón y noble corazón, veo hoy a mi Costa Rica diluirse bajo el oleaje revuelto de la globalización. La criolla, la chirota, la vernácula... Dicho en un suspiro: «mi terroncito vacilón».
¡Aló! ¿Con algún ser humano, por favor?
No sé ustedes, pero cuanto más prodigiosa se vuelve la tecnología de las comunicaciones, más echo de menos la lengua humana.
Mi apuesta del siglo
Les tengo un notición. Buenísimo para unos, no tanto para otros: me he propuesto llegar a los 125 años…
Ciudadanos de a pie, pero en pie de lucha
Hoy salí del brazo de Pilar y mi hijo Alonso de la Asamblea Legislativa rumbo a la gran manifestación cívica y, no bien caminamos un metro, la perdimos.